UNIVERSIDAD TÉCNICA DE COTOPAXI
UNIDAD ACADÉMICA DE CIENCIAS
ADMINISTRATIVAS Y HUMANÍSTICAS
Comunicación
Social
Nombre:
Jessenia Guayanay
Docente:
francisco Ulloa
Paralelo:
“E”
Fecha:
02/06/2014
EL AGUA
INTRODUCCIÓN
Este tema es de gran importancia ya que en si es un
problema se nos presenta en la actualidad que cada día ocupa más la atención de
muchos de los habitantes del planeta, el líquido del agua es muy vital para los
seres vivos. Uno de los compuestos
más importantes para la vida del planeta en el cual, podemos encontrar diferentes estados como líquido, sólido y
gaseoso. En la actualidad la insuficiencia vital del agua dulce hace llamar la atención de científicos, técnicos, políticos Y finalmente
debe ser distribuida a través de tuberías hasta tu casa, para consumirla sin
ningún problema ni riesgo alguno. Este fundamental compuesto, permite la
existencia de vida en el
planeta ya que los seres vivos están
constituidos por el porcentaje importante de agua.
DESARROLLO
¿Qué es el agua?
El agua es
el principal e imprescindible componente del cuerpo humano. El ser humano no puede
estar sin beberla más de cinco o seis días sin poner en peligro su vida. El
cuerpo humano tiene un 75 % de agua al nacer y cerca del 60 % en la edad
adulta. Aproximadamente el 60 % de este agua se encuentra en el interior de las
células (agua intracelular). El resto (agua extracelular) es la que circula en
la sangre y baña los tejidos.
Como se muestra en la siguiente
figura, el organismo pierde agua por distintas vías. Esta agua ha de ser
recuperada compensando las pérdidas con la ingesta y evitando así la
deshidratación.
La creciente necesidad de lograr el equilibrio hidrológico
que asegure el abasto suficiente de agua a la población se logrará armonizando
la disponibilidad natural con las extracciones del recurso mediante el uso
eficiente del agua.
Dada la importancia del agua, es nuestro deber
utilizarla adecuada y racionalmente, y así ayudar a nuestro medio ambiente, realizando
algunas pequeñas tareas:
·
Cierra las llaves mientras te enjabonas, te tallas en
el baño, te afeitas o te cepillas los dientes.
·
No laves la banqueta, pisos o el coche a "chorro
de manguera", usa solo la necesaria en cubetas.
·
Reporta cualquier fuga que observes en la calle,
vigila los mecanismos de depósito de sanitarios, tinacos y cisternas, reparando
cualquier fuga.
·
Revisa periódicamente las paredes de la cisterna y el
buen funcionamiento de la bomba.
·
Utiliza solamente el agua estrictamente necesaria en
el baño, en el lavado de trastes y en el lavado de ropa.
En la agenda política internacional el tema de la
escasez del agua se ha vuelto prioritario, por ejemplo, el acceso al agua es un
punto importante de los acuerdos de paz entre Israel y sus
vecinos. Pero este aspecto no está confinado al Medio Oriente, puesto que el
compartir ríos es un asunto de índole de seguridad nacional,
precisamente por la importancia del agua para el desarrollo;
actualmente cerca del 40% de la gente en el mundo vive en más de 200 cuencas de
ríos compartidos.
El manejo juicioso de este recurso es central para la
estrategia del desarrollo sustentable, entendido éste como una gestión integral
que busque el equilibrio entre crecimiento económico, equidad y
sustentabilidad ambiental a través de un mecanismo regulador que es la
participación social efectiva.
El agua es un recurso imprescindible pero escaso para
la vida. Menos del 1% del agua del planeta es dulce y accesible para el hombre, aunque
este porcentaje varía considerablemente según el lugar, el clima o la época del
año.
El sector agrícola es el mayor consumidor de agua con
el 65%, no sólo porque la superficie irrigada en el mundo ha tenido que
quintuplicarse sino porque no se cuenta con un sistema de
riego eficiente, razón principal que provoca que las pérdidas se tornen
monumentales. Le siguen el sector industrial que requiere del 25% y el consumo
doméstico, comercial y de otros servicios urbanos municipales que requieren el
10%. Para el año 2015 el uso industrial alcanzará el 34% a costa de reducir al
58% los volúmenes destinados para riego y al 8% los destinados para otros usos.
El consumo total de agua se ha triplicado desde 1950 sobrepasando los 4,300
km3/año, cifra que equivale al 30% de la dotación renovable del mundo que se
puede considerar como estable.
Si bien es importante que cada persona valore
el uso del agua para sus actividades básicas, es necesaria la organización comunitaria
para el manejo eficiente del agua que nos permita preservarla a futuro.
La contaminación del agua por tuberías de desechos
debe ser controlada de alguna manera.
El déficit local y regional de agua es debido, sobre
todo, al aumento de las necesidades surgidas del desarrollo económico y de la
explosión demográfica. El hombre ha utilizado el agua para fines cada vez más
numerosos, y su dependencia de ese elemento no ha hecho más que crecer.
El recurso agua es cada vez más apreciado, tanto para
uso doméstico industrial o agrícola. Su escasez, sobre todo en las zonas áridas
y semiáridas, la sitúan como prioridad vital para el desarrollo de las
poblaciones: "si no hay agua, no hay vida". Mucho se habla de
las plantas tratadoras
para reutilización del agua en ciertas actividades donde no se requiere la
calidad de potable (claro, dado el acondicionamiento de las aguas degradadas).
Adicionalmente, la contaminación causada por los efluentes domésticos e
industriales, la deforestación y las prácticas del uso del suelo, está
reduciendo notablemente la disponibilidad de agua utilizable. En la actualidad,
una cuarta parte de la población mundial, es decir, mil quinientos millones de
personas, que principalmente habitan en los PED (Países en Desarrollo) sufren escasez
severa de agua limpia, lo que ocasiona que en el mundo haya más de diez
millones de muertes al año producto de enfermedades hídricas.
El agua es indispensable para cualquier actividad: la
industrial, la agrícola y la urbana ya que promueve su desarrollo económico y
social.
Con el propósito de alcanzar un manejo sustentable del recurso futuro, es necesario que todos los ciudadanos conozcamos la situación real del agua y participemos con las instituciones gubernamentales en la toma de decisiones para el manejo responsable del agua.
Se necesita la participación de los miembros de
la sociedad para
que desde cada una de sus actividades: en el hogar, en el trabajo, en
la escuela, en la
comunidad, en las áreas de recreación, consideren
el valor del
agua haciendo uso eficiente del recurso y cuidando de no regresarla tan
contaminada para preservar la calidad de las reservas naturales del agua.
Así la participación ciudadana en la
toma de decisiones para el uso del agua, se complementa con aquellas que se
llevan a cabo de manera institucional a través de las Comisiones Estatales del
Agua, los Consejos de Cuenca y los Comités Técnicos de Aguas Subterráneas a lo
largo del país.
·
Instale en el tanque del inodoro tapas de jaleo para
ahorrar de .5 a 1.5 galones por jalada.
·
Instale cabezas de regadera de flujo bajo.
·
Instale en su tanque del inodoro ciclos de llenado
desviado para conservar hasta un galón por jalada sin que se note la
diferencia.
·
Limítese a tomar duchas de cinco minutos o menos.
Reduciendo el tiempo por un
minuto puede ahorrar 2,000 galones al año.
·
Use únicamente su lavaplatos a su máxima capacidad.
Desde 1990, la mayoría de los fabricantes de lavadoras fabrican máquinas de uso
eficiente de agua, cuando se usan a su capacidad máxima, usando menos de 10
galones por lavada.
·
Considere reemplazar su lavadora por una lavadora de
alta eficiencia. Usted
puede ahorrar la mitad del consumo de agua y electricidad en
cada lavada.
·
No utilice el chorro para lavar los vegetales, pues se
desperdicia mucho líquido. Es preferible que use un envase donde los lave todos
juntos. Luego puede utilizarla el agua que uso para regar las plantas.
La escasez de agua se ha venido considerando como un
problema hidrológico, cuando en realidad es cada vez en mayor grado un problema
económico, puesto que se trata de un recurso escaso, que al margen de otros
usos, es demandado casi en un 90% para actividades económicas. Parece pues
necesario acercarse a la escasez del agua también desde una perspectiva
económica, puesto que, pese a sus características especiales, el agua es un
recurso al cual podrían aplicársele criterios análogos a los que se usan para
asignar otros recursos también escasos.
Para la ecología el agua tiene un doble valor,
por una parte es un elemento del ecosistema y es
consecuentemente un activo social, por otra es generador de ecosistemas.
Con ser cuestiones muy importantes a considerar, cuando se trata de llevar a cabo aprovechamientos de agua, la conservación de las especies y de los ecosistemas afectados, no podemos olvidar la función que realiza el agua cuando fluye, de modo variable, desde las cabeceras de los ríos hasta el mar, puesto que moviliza y distribuye elementos químicos tan importantes para la vida como el fósforo o el anhídrido carbónico.
Con ser cuestiones muy importantes a considerar, cuando se trata de llevar a cabo aprovechamientos de agua, la conservación de las especies y de los ecosistemas afectados, no podemos olvidar la función que realiza el agua cuando fluye, de modo variable, desde las cabeceras de los ríos hasta el mar, puesto que moviliza y distribuye elementos químicos tan importantes para la vida como el fósforo o el anhídrido carbónico.
La función ecológica del agua en sus dos vertientes
fundamentales:
a)mantenimiento de los ecosistemas que le son propios.
a)mantenimiento de los ecosistemas que le son propios.
b) vehículo de transporte de
nutrientes, sedimentos y vida, es un bien común cuyo respeto debe
conciliarse con el desarrollo sostenible de las actividades humanas sobre la tierra.
La carencia de agua potable se debe tanto a la falta
de inversiones en sistemas de
agua como a su mantenimiento inadecuado. Cerca del 50 por ciento del agua en
los sistemas de suministro de agua potable en los países en desarrollo se
pierde por fugas, conexiones ilegales y vandalismo. En algunos países, el agua
potable es altamente subsidiada para aquellos conectados al sistema,
generalmente personas en una mejor situación económica, mientras que la gente
pobre que no está conectada al sistema depende de vendedores privados costosos
o de fuentes inseguras.
Los problemas de agua tienen una importante
implicación de género. Con
frecuencia en los países en desarrollo, las mujeres son las encargadas de
transportar el agua. En promedio, estas tienen que recorrer a diario distancias
de 6 kilómetros, cargando el equivalente de una pieza de equipaje, o 20
kilogramos. Las mujeres y las niñas son las que más sufren como resultado de la
falta de servicios de saneamiento.
La mayor parte del agua dulce, aproximadamente el 70 por ciento del líquido disponible mundialmente se utiliza en la agricultura. Sin embargo, la mayoría de los sistemas de irrigación son ineficientes: pierden alrededor del 60 por ciento del agua por la evaporación o reflujo a los ríos y mantos acuíferos. La irrigación ineficiente desperdicia el agua y también provoca riesgos ambientales y de salud, tales como la pérdida de tierra agrícola productiva debido a la saturación, un problema grave en algunas áreas del sur de Asia; asimismo, el agua estancada provoca la transmisión de la malaria.
La mayor parte del agua dulce, aproximadamente el 70 por ciento del líquido disponible mundialmente se utiliza en la agricultura. Sin embargo, la mayoría de los sistemas de irrigación son ineficientes: pierden alrededor del 60 por ciento del agua por la evaporación o reflujo a los ríos y mantos acuíferos. La irrigación ineficiente desperdicia el agua y también provoca riesgos ambientales y de salud, tales como la pérdida de tierra agrícola productiva debido a la saturación, un problema grave en algunas áreas del sur de Asia; asimismo, el agua estancada provoca la transmisión de la malaria.
El consumo de agua en algunas áreas ha tenido impactos
dramáticos sobre el medio ambiente. En áreas de os Estados Unidos, China y
la India, se está
consumiendo agua subterránea con más rapidez de la que se repone, y los niveles
hidrostáticos disminuyen constantemente. Algunos ríos, tales como el Río
Colorado en el oeste de los Estados
Aunque el 70 por ciento de la superficie del mundo
está cubierta por agua, solamente el 2.5 por ciento del agua disponible es
dulce, mientras que el restante 97.5 por ciento es agua salada. Casi el 70 por
ciento del agua dulce está congelado en los glaciares, y la mayor parte del
resto se presenta como humedad en el suelo, o yace en profundas capas acuíferas
subterráneas inaccesibles.
Menos del 1 por ciento de los recursos de agua dulce del mundo están disponibles para el consumo 17 por ciento más de agua para cultivar alimentos para las crecientes poblaciones de los países en desarrollo, y el consumo total del agua aumentará en un 40 por ciento. La tercera parte de los países en regiones con gran demanda de agua podrían enfrentar escasez severa de agua en éste siglo, y para el 2025, dos tercios de la población mundial probablemente vivan en países con escasez moderada o severa.
Este es un problema que se está agravando muy
rápidamente por lo que empezamos a asistir a verdaderas guerras del
agua. Sin embargo, esta distribución desigual se utiliza a menudo como excusa
para grandes embalses y trasvases que ocultan motivaciones puramente económicas
y una política hidráulica derrochadora.
Dado que la causa real de las injusticias derivadas del agua no se deben a una causa natural sino a la lógica imperialista del sistema, la principal línea de acción debe ser combatir éste en todos sus frentes.
Dado que la causa real de las injusticias derivadas del agua no se deben a una causa natural sino a la lógica imperialista del sistema, la principal línea de acción debe ser combatir éste en todos sus frentes.
Hay mucho trabajo que
hacer en reducir el consumo, en todos los ámbitos pero principalmente en los
que mayor porcentaje del gasto suponen:
En agricultura es imprescindible mejorar los sistemas de riego. Las pérdidas de agua dulce en la red de distribución son escandalosas. 25-50 % en Urbanas y 40-60% en Agrícolas.
Las campañas de sensibilización ciudadana pueden reducir el gasto de agua doméstico. Es algo necesario por coherencia, pero no debe caerse en el testimonialismo fácil, ya que estamos hablando de un porcentaje muy pequeño del consumo global de agua. Sin embargo, las actividades recreativas (fuentes, riego de jardines, campos de golf, parques de atracciones etc.) suponen la mayor parte del consumo considerado urbano y es muy fácilmente reducible.
En agricultura es imprescindible mejorar los sistemas de riego. Las pérdidas de agua dulce en la red de distribución son escandalosas. 25-50 % en Urbanas y 40-60% en Agrícolas.
Las campañas de sensibilización ciudadana pueden reducir el gasto de agua doméstico. Es algo necesario por coherencia, pero no debe caerse en el testimonialismo fácil, ya que estamos hablando de un porcentaje muy pequeño del consumo global de agua. Sin embargo, las actividades recreativas (fuentes, riego de jardines, campos de golf, parques de atracciones etc.) suponen la mayor parte del consumo considerado urbano y es muy fácilmente reducible.
Debido a la desigual distribución del agua, todo el
mundo coincide en la necesidad de instituciones que lo regulen en la que estén
presentes responsables políticos, empresarios, hidrólogos, ciudadanos, etc. El
problema está en la verdadera democracia y justicia de los
mismos.
El principio básico es que el agua no es un bien
económico que pertenezca a una empresa, cuenca o
país, sino un patrimonio común
de la humanidad, al que todo el mundo debe poder acceder para cubrir sus
necesidades básicas. Es evidente que si el agua es gratis, el derroche está
garantizado. Sin embargo, el precio debe tener en cuenta la capacidad de
pagarlo.
Si bien en los últimos 20 años el mundo en desarrollo
ha presenciado un aumento del suministro de los servicios de agua, ese adelanto
se vio contrarrestado en gran parte por el crecimiento demográfico. En muchos
lugares del mundo se vive con el fantasma de la escasez de agua a causa del
cambio climático, la contaminación y el consumo excesivo.
El abastecimiento de agua de calidad no es ya tanto un
problema físico, como económico: las técnicas disponibles permiten fabricar el
agua con la calidad deseada y llevarla al lugar requerido, pero ello entraña
unos costes físicos y monetarios que pueden hacer la operación económica y
ecológicamente poco recomendable.
La otra es más despilfarradora, más insostenible, pero políticamente fácil de implementar: basta con mantener el statu quo y ampliar el negocio de las empresas de obras públicas, de producción y venta de agua y de los concesionarios de nuevos caudales.
La otra es más despilfarradora, más insostenible, pero políticamente fácil de implementar: basta con mantener el statu quo y ampliar el negocio de las empresas de obras públicas, de producción y venta de agua y de los concesionarios de nuevos caudales.
El primer Foro Mundial del Agua celebrado en el año
2000 en La Haya, se fijó como objetivo para
el año 2015 reducir a la mitad el número de personas sin acceso al agua
potable. Pero no incluyó planes para evitar su monopolio. Apenas sí
se nombró el conflicto de
la privatización de las
fuentes de agua, destinado a ser uno de los más graves del siglo que empieza.
Pese a que sólo el 5% del agua potable en el mundo está en manos privadas, las
ganancias anuales que obtienen estas empresas son más del doble de lo que gana
hoy la industria petrolera.
Pero previsto como está el crecimiento poblacional del planeta de nueve mil
millones de habitantes para el año 2025, no es ningún trabajo imaginar el
monstruoso mecanismo que está en marcha para el mercado del
agua.
La aparente abundancia del agua en el mundo ha dado la
impresión, en el pasado, de que se trataba de un bien inagotable. Era también
el más barato. En la mayor parte de regiones el agua era gratuita. Todo ello ha
conducido al hombre a derrocharla. El riego se efectúa de forma excesivamente
generosa, hasta el punto de anegar los suelos y de
provocar una salinización secundaria. Las fugas en las redes de alimentación de agua
de las ciudades son enormes. El agua se considera en la actualidad como un
recurso económico del mismo valor que los minerales, y debe ser
administrada racionalmente. En el origen de esta toma de conciencia aparece una
importante disminución de este recurso en múltiples puntos del globo y, a
partir de la mitad de la década de los setenta, el crecimiento del coste de la
energía. Se ha constatado que la explotación irracional de un recurso de
superficie o subterráneo provoca déficit de agua y que ese déficit tiende a
aparecer en nuevos lugares y a menudo varias veces por año. Es probable que los
déficit sean causados por la contaminación; en todos los casos, comprometen el
desarrollo urbano y económico.